viernes, 20 de junio de 2014

CADA PERSONA VIVE LO QUE HA DE VIVIR...


CADA PERSONA VIVE LO QUE HA DE VIVIR, ESA EXPERIENCIA QUE LE ACERCA MÁS A "SÍ MISMO", ASÍ QUE NINGÚN CAMINO ES MEJOR QUE OTRO, NI NADIE ESTÁ MÁS AVANZADO QUE NADIE, NI NADIE ES UN MAESTRO, ESTÁ ILUMINADO O CUALQUIER OTRA COSA QUE SE PUEDA PENSAR.

Es posible que te creas y sientas diferente. Has experimentado hermosas e inefables sensaciones.

En este momento te crees especial, más avanzado que los demás, o al menos más que la mayoría.

Es ahora cuando has de trascender la vanidad espiritual, el ego, al creerte que sabes más que los demás, que tu camino “espiritual” es mejor, más intenso o el camino más adecuado.

Todas esas hermosas sensaciones no son más que un simple reflejo de la auténtica Paz sin opuesto, ya que aun no has trascendido esa vanidad.

Has de comprender que haber experimentado bellas e inexplicables sensaciones, no te hacen estar más elevado espiritualmente que nadie, ni te hacen diferente ni mejor.
Cada persona vive lo que ha de vivir, esa experiencia que le acerca más a “sí mismo”, así que ningún camino es mejor que otro, ni nadie está más avanzado que nadie, ni nadie es un maestro, está iluminado o cualquier otra cosa que se pueda pensar.

El ego espiritual puede definirse como el orgullo excesivo por los logros espirituales propios (lo que no es lo mismo que la autoestima ni que el amor propio).
Pero también puede ser percibido de manera negativa como esa sensación de que no se es lo suficientemente "bueno" como para emprender las tareas que te han sido asignadas por la lógica consecuente en tu avance espiritual inspiradas en conciencia real de la verdad.
Ahora que muchos van progresando hacia la liberación del orgullo espiritual por lo que se convierte en la "clave", en la sanación que es necesario superar para pasar al próximo nivel.

Es una prueba para saber si somos capaces de escuchar claramente la guía del espíritu y de seguirla, o si al contrario escuchamos los deseos del ego manipulador que quiere mantener el control de nuestra existencia.

Es increíble la facilidad con la que podemos caer en la trampa de sentirnos diferentes, de sentirnos "los escogidos" y creernos poseedores de la verdad.

Desde ese momento, al compararnos con los demás y sentirnos superiores, hacemos juicios y nos separamos del todo.
Cuando somos conscientes de lo que somos y reconocemos con humildad y honestidad nuestro potencial y nuestras limitaciones, nos mantenemos en el amor, y contribuimos con las notas que forman parte de la melodía Universal de la fraternidad.

Uno de los mecanismos de resistencias más interesantes es El Autoengaño… porque con ello nos excusamos y nos justificamos a nosotros mismos… nos sucede mucho a los que estamos en un "camino espiritual" que en ocasiones pareciera que no avanzamos o que no poseemos las herramientas internas para transcender cualquier limitación, sin darnos cuenta de que el miedo al cambio es lo que realmente nos impide cambiar, y no nuestra capacidad para hacerlo.

Hay que entender que todo nuevo sistema de pensamiento genera confusión, donde nuestro cerebro empieza a realizar las conexiones adecuadas y confronta las nuevas ideas con las viejas y esto obviamente genera un conflicto interno… haciendo que nuestras resistencias en un momento dado sean las protagonistas… y sólo con paciencia y suficiente voluntad…podemos recoger los frutos de los nuevos aprendizajes.

Otro nivel de autoengaño es el creernos que estamos logrando “recursos internos” que otros no poseen, en este punto del proceso y ante el temor de la mente de sentirse desposeída de toda defensa, se genera la que tal vez sea la más refinada y sofisticada de todas las defensas mentales… y de esta manera consumamos la separación a un nivel de creernos “especiales”, “escogidos”… cuando al final todos somos iguales… simplemente caminantes…y cada quien posee sus propios “conflictos internos” éste es uno de los niveles más fuertes de autoengaño… porque si bien es cierto no somos inferiores a nadie, tampoco somos superiores…

Los argumentos espirituales son una de las trampas más poderosas en las cuales nos sumergimos, porque nos escudamos en “nuestra cercanía con Dios”, para atacar declarando que estamos siendo justos…este es un punto del proceso en el que grandes mentes quedan atrapadas, vanagloriadas de sí mismas.

Siempre se puede recurrir a la humildad y la honestidad con nosotros mismos… que son cualidades que se mantienen en nuestra esencia… y podemos perfeccionarlas con sabiduría… el tomar cada instante en el aquí y el ahora, como una nueva oportunidad de transcender mis limitaciones con amor no sólo con mi trabajo personal…sino por el de todos en conjunto… cada gesto amable, me proveen de un desarrollo interno profundo… al reconocer las diferencias como necesarias para el aprendizaje de cada ser viviente que existe en el universo…

La espiritualidad es tan bella que muchas veces se la desea, como se hace con las virtudes, por el adorno que proporciona.
La culpabilidad o la rebeldía excesivas conducen a la pobreza espiritual. Pero tardamos mucho en darnos cuenta de que el orgullo espiritual puede empobrecernos aún más.

El progreso espiritual requiere la aplicación consciente de varios principios de una manera equilibrada.

Son los siguientes: conocimiento / conciencia / la sabiduría, la fe / esperanza / el amor y la humildad / tolerancia / ligereza.

La omisión de estos principios corrompe el proceso de purificación.
El conocimiento se adquiere por la reflexión consciente y la integración de las experiencias, observaciones y pensamientos.

La reflexión consciente de los hechos, y también la comprensión de la verdad objetiva detrás del velo aparente.

La conciencia es la atención en el momento presente, aplicada en el contexto de la vida diaria.

El conocimiento amplía la conciencia, poniendo de relieve aspectos de la realidad que no se notan.
Con una mayor conciencia viene un campo más amplio de la percepción, y un agudo enfoque del estado de alerta, y una mejor disposición a adquirir nuevos conocimientos y aplicar lo ya aprendido.

La Sabiduría trasciende el tiempo lineal y se refiere a la comprensión de las verdades absolutas metafísicas.
Se aplica a nuestro pasado, presente y futuro sin falta.
La sabiduría es la comprensión de los principios divinos, de la relación entre el yo y los demás en el contexto de la Creación.

La fe es confiar en que en la Creación, todo es posible.
Es la suspensión de la incredulidad.
Funciona donde el conocimiento no.
Mientras se detiene el conocimiento en cada precipicio, salta la fe a través de ello.
Mientras que el conocimiento perfecciona mas el conocimiento, la fe lo expande.
Ampliar el conocimiento requiere saltar hacia lo desconocido, un acto que el conocimiento encuentra irracional, pero la fe lo considera necesario.

Hacer saltos de paradigma requiere fe - no la fe ciega en lo que se opta por ignorar, pero la fe pura en lo que todavía no se puede saber.

Es la conciliación entre la fe y del conocimiento, de saber que tener fe le permite a uno lograr lo imposible.

La esperanza es la confianza en no-determinismo, la libertad de la esclavitud a la causalidad.
No proviene de la ignorancia de los hechos, pero desde el reconocimiento de mayores verdades demostradas por la experiencia milagrosa.

El amor es la vibración de la verdad infinita.
Lo que resuena con el amor hacia el Creador.
Ver con amor significa ver con los ojos del Creador, el punto de vista escogido para ser distorsionado por los prejuicios, la intolerancia, la ignorancia, o la separación.
Con amor, todo es posible porque todo lo que es del Creador se entiende.
Para sentir el amor es sentir el reconocimiento de las verdades absolutas dentro y delante de ti.

Humildad es tener conciencia de la relación con lo finito y lo infinito - que todo lo que tiene un principio tiene un final, y que cualquier ser independientemente de su rango es infinitesimal en el marco de la Creación infinita.
La humildad no se trata de menospreciar o exagerar, ya que es bien falsa la modestia exagerada o la arrogancia disimulada.
Es la elección de la verdad sobre el ego, la verdad sobre su propia importancia. La humildad empieza con la gratitud, una actitud que le permite reconocer la verdad sin resentimiento por ser agradecido por lo que las oportunidades de aprendizaje que recibe.

Tolerancia es saber que cada evento tiene su tiempo.
La tolerancia para las situaciones difíciles y la paciencia para esperar los eventos cuyo momento no ha llegado todavía.
Aprovechar las oportunidades cuando el tiempo sea correcto.

Tener paciencia significa alinearse con el pulso de sincronía universal, en lugar de elegir la fuerza.
Esto requiere fe en dejar que las cosas sean en su lugar y momento, y extraer el conocimiento de las oportunidades cuando llegan.

La Ligereza es tener un sentido del humor y un enfoque alegre de la vida.
Sin ello, se sobreestima la realidad de la ilusión.
La Ligereza pone las situaciones en su contexto adecuado, en el marco de lo divino en el que todo es una lección de aprendizaje y el aprendizaje resulta divertido.
Usted puede reírse de sí mismo, ya que aprendió la lección y se dio cuenta de su propósito en la vida.

La liviandad es la opción para ver este humor no sólo en las experiencias del pasado, si no en las actuales y futuras también.

Estos son requisitos mínimos para la evolución espiritual estable.
Una configuración equilibrada ofrece la ruta óptima hacia la acumulación de la sabiduría, el aumento del libre albedrío, y el manifestar su propio potencial espiritual.

Con este equilibrio, la vida espiritual se convierte en el mejor esfuerzo y una aventura fascinante.
Así que lo importante a recordar es que todo comienza con la elección, no importa lo aparentemente insignificante de la elección.
La verdad existe independientemente de la forma en que tu decidas o percibas, pero es tu elección es la que determina cómo esta verdad se integrara en tu ser y en qué dirección evolucionarás....  
Fuente facebook: biografía de  Veronica Castro Ortega

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