martes, 5 de mayo de 2015

David Topí : Símbolos y programación subconsciente–parte II


Nos habíamos quedado en el artículo anterior explicando porqué y como usar nuestra esfera mental subconsciente para activar procesos de crecimiento personal y de expansión de la conciencia, mientras la mente consciente está por otros derroteros. Veamos ahora como crear esos símbolos que nos serán necesarios para esa programación personal interna que podemos llevar a cabo para ello.

Creando nuestro propio símbolo

Un símbolo tiene dos partes, el dibujo y el nombre del mismo. Supongamos que vamos a crear uno que nos ayude a expandir la conexión con alguna parte “superior” de nosotros mismos (estoy siendo vago y genérico a propósito para que simplemente cada uno decida su propio “objetivo”), y cuyo nivel de conciencia deseamos sea imbuida en nuestra personalidad artificial, para que tome “asiento” en nuestra vida de la forma más permanente y continua posible.
Para ello podemos inventarnos un dibujo, supongamos que escogemos que el dibujo del símbolo sean dos círculos con una línea que une los centros, simbolizando un círculo como nosotros mismos, y el otro círculo como esa otra parte nuestra de nivel conciencial superior (me estoy inventando a la ligera algo muy simple, que cada uno le eche creatividad). Y a este símbolo lo vamos a llamar “Conexión superior” y su pictograma será, por ejemplo, jugando con las letras y haciéndolo muy simple “CSR”.

Inserción subconsciente

Este símbolo que hemos creado ahora, debe ser insertado a nivel subconsciente. Nosotros lo hemos creado, ya sabemos lo que significa, y ya sabemos lo que queremos que potencie, así que ahora es cuestión de enchufarlo y que empiece a funcionar. Para ello, por ejemplo, cada noche antes de irnos a dormir se visualiza (este u cualquier otro que te hayas creado para este u cualquier otro objetivo), con toda la intensidad que se sea capaz, se imbuye en la esfera subconsciente y se da por hecho que empezará a actuar. Luego, se olvida el asunto, y a la noche siguiente se repite el proceso. Es básicamente el mismo esquema que os expliqué cuando hicimos los ejercicios con los diferentes símbolos de algunos principios arquetípicos básicos de la Creación.

Cosas a tener en cuenta

A pesar de que el proceso en si es simple, hay cosas que hay que tener en cuenta. Hay que escoger cosas para convertir en símbolos que programen el subconsciente que realmente nos importen. No han de ser de “vida o muerte”, cosas de vital valor, pero si lo suficientemente importantes como para que seamos capaces de mantener la motivación por conseguirlo. Si conectar, por ejemplo, con principios arquetípicos de la Creación e imbuirlos en tu personalidad artificial ni te va ni te viene, o es algo que te “pilla aun muy lejos”, a la segunda noche el tema se habrá terminado y dejado de lado. El deseo de conseguir algo tiene que ser genuino, pues tu subconsciente sabe muy bien que es ficticio y falso y que se desea de verdad cuando se lo programas como acción a ejecutar.

Por otro lado, no se puede mentir a nuestro propio subconsciente. Cualquier deseo u objetivo que literalmente no creamos honestamente y sinceramente que podemos alcanzar será material y energéticamente imposible que lo consigamos. Para practicar, empieza primero por pequeños objetivos, cosas sencillas, genuinas y que necesites (desear no es lo mismo que necesitar), que se puedan manifestar relativamente pronto. Eso nos entrena en el proceso.
Hay que tener en cuenta que el subconsciente utiliza exclusivamente el razonamiento deductivo. Es decir, no va a cuestionar la validez de los modelos que le suministra la mente consciente, solo se va a dedicar a manifestarlos. Nuestro subconsciente elaborará y trabajará con la misma eficacia un símbolo creado de una premisa o concepto falso que uno creado de una premisa correcta. Y este es uno de los factores que precisamente hacen que la humanidad sea tan fácilmente manipulable por el sistema de control y las élites, ya que si son capaces de programarnos bajo una serie de conceptos, programas y arquetipos “falsos”, nuestro subconsciente los manifiesta como si fueran verdaderos con la misma potencia y eficiencia. Cuando suministramos sugestiones simbólicas que están basadas en contradicciones con la verdad, la plasmación de esos errores será igual de potente en nuestra vida y realidad, y puede ser muy difícil corregirlo luego, si coge inercia, porque cuando el subconsciente acepta cualquiera de las mentiras que los sistemas de creencias que llevamos a cuestas nos han insertado, manifiesta nuestras vidas de modo que esas mentiras quedan confirmadas. Se sucede así un círculo vicioso en el que el subconsciente proporciona aparentes “evidencias” de verdad sobre lo que en realidad es un error, y al estar basada sobre esas percepciones distorsionadas, la mente consciente refuerza la mentira en bucle una y otra vez a nivel “tangible” en nuestras vidas.

Con esto creo que es suficiente para cerrar este bloque de simbología, geometría y creación de la realidad a nivel subconsciente. Practicar con ello los que lo deseéis y empezareis a ver resultados interesantes y positivos en la proyección de vuestro universo y realidad particular. Solo un último consejo, no vayáis nunca en contra de las “leyes cósmicas”, es decir, no intentéis manifestar “cosas” que perjudiquen a los demás o violen su libre albedrío. Las consecuencias pueden ser muy dolorosas también. Trabajad en vosotros mismos, que cambiando los procesos interiores ya se cambian por completo sus manifestaciones exteriores.

Viviendo e implantando estos conceptos en la mente grupal

Finalmente, y con esto acabo. ¿Cual ha sido el objetivo de todos estos artículos que para muchos os han podido parecer abstractos o confusos? El objetivo es que, las ideas arquetípicas, si no son vividas y experienciadas en el plano material, vía la manifestación subconsciente en este caso, no se implantan en el inconsciente colectivo de nuestra raza, para que, como semillas, florezcan en futuros años y/o futuras generaciones como parte del bagage “automático” que cada nueva encarnación trae consigo. Y es necesario saber que nadie que no sea nativo de una raza o especie puede implantar con éxito ideas y conceptos arquetípicos en la mente grupal a la que todos estamos conectados, haciéndola avanzar y evolucionar para el beneficio de todos. Cualquier ser de cualquier lado, puede dar consejos, o instrucciones, pero somos aquellos encarnados y “nativos” conectados a nuestra mente grupal los que hemos de hacer el trabajo. Hasta que todas estas ideas, conceptos, y arquetipos elevados no terminen de calar hondo en la consciencia común, no podemos elevar el nivel de nuestra raza como tal, y ahora mismo diría que no hay objetivo más urgente a conseguir.
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David Topí 

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