viernes, 29 de mayo de 2015

El Amor de las Palabras. Por Silvia Patrono.


EXAGERÁSEMOS NUESTRAS ALEGRÍAS COMO LO HACEMOS CON NUESTRAS PENAS, NUESTROS PROBLEMAS PERDERÍAN IMPORTANCIA” ANATOLE FRANCE 

Escuchar las palabras que decimos a diario es  un ejercicio que nos ayuda a entender  un poco más nuestras acciones y pensamientos. ¿Qué pasaría si le sacásemos una radiografía a nuestro vocabulario?  ¿Qué descubriríamos? Una persona negativa cuenta hasta un evento personal positivo desde la negatividad. 
Por ejemplo:       
               “No puedo creer que me gané la lotería    
“¡Es increíble!  Me siento tan bien”

Muchas veces  la persona negativa cuando menciona la parte positiva de su historia le da poca importancia y reconocimiento a lo bueno sucedido en su vida, no registrando los logros obtenidos por más insignificantes que sean o le parezcan.  El tiempo y énfasis de su energía se lo seguirá llevando su actitud negativa.

“Culto a la negatividad,” un hábito del que se puede salir en el momento que uno este decidido a cambiar.  Del mismo modo que existen los adictos al alcohol, las drogas, el cigarrillo, el sexo, etc., existen los adictos a la negatividad quienes vibran en una baja frecuencia a la que están habituados y desde donde atraen situaciones y personas que los ayudan a mantener  esa vibración constantemente.   Cualquier evento, idea, persona que emita una vibración más alta o positiva pasa desapercibida o es anulada inmediatamente.  Le huyen a las noticias o eventos positivos, no los registran o los reinterpretan desde el pantano de la negatividad. ¿Cómo se puede romper este círculo vicioso?  ¿Qué sucedería en la vida de un individuo si por un rato permitiera que las palabras de aliento, de apoyo, comprensión y amor le toquen el corazón y el alma? 

LA AUTORA LUISA HAY RECOMIENDA EN SU LIBRO “COMO SANAR SU VIDA” GRABARNOS Y ESCUCHAR DETENIDAMENTE NUESTRAS PALABRAS.  ¿CUÁNTAS DE ESTAS FRASES USAMOS A DIARIO?
 “No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación.”                     Confucio

FRASES QUE SERIAN BENEFICIOSAS QUITAR DE NUESTRO VOCABULARIO:
     
   Me envenena la sangre ...                    Me enferma ...

    Me revienta ...                                        No soporto / tolero ...

    ¡Qué desgracia!                                      ¡Es un infierno!
   Odio cuando ...                                       Me pone verde ...

    Me da dolor de estómago ...                ¡Qué castigo!

    Es una condena ...                                 ¡Qué desastre! 

    Me duele el alma cuando ...                  Lo/la mataría cuando ...
    
    Me mata ...                                              Veo todo negro...                    
    ¡Todo me sale mal!                                 ¡No sirvo para nada!   

   Soy/Es un idiota                                      Soy/Es un inservible...    
   
   ¡Otro problema más!                               ¡Esto no cambia más!                                
   Lo bueno le pasa a los demás                Pobrecito/a ...       
Las palabras tienen una energía propia y representan nuestro estado interior. ¿Qué le pasa a nuestros oídos cuando escuchamos palabras positivas, de aliento?  ¿Permitimos que ese vocabulario y la energía que lo acompaña entren a nosotros? El hecho de estar conscientes de que un vocabulario positivo nos ayuda a parar la crítica constante  y habitual, es un gran paso a un cambio poderoso. 

Es fundamental entender el poder de las palabras y ver que un comentario se puede decir de muchas maneras. Tenemos la capacidad de elegir nuestras reacciones.  La relación entre padres e hijos, entre hermanos o amigos, generan una gran cantidad de información relacionada a este tema. 
¿Qué palabras usamos cuando le hablamos a nuestros hijos?  ¿Los ayudamos a sentirse orgullosos de sus logros o intentos?  ¿Los minimizamos?  ¿Cuando ellos hablan me escucho a mí mismo?  ¿Me gusta lo que escucho?  ¿Qué critico  de mi hermano o mi amigo? ¿Lo aliento con mi crítica o lo anulo?
Después de analizar las situaciones anteriormente mencionadas, ¿Cuál es el sentimiento que nos generan? ¿Es positivo o negativo? 
El resultado nos indicará en que tipo de energía vibratoria estamos manifestando nuestra realidad o vida cotidiana. 

DIETA DE PALABRAS
¿Cómo anda nuestro monólogo interno?  ¿Qué sucedería si con el famoso, “solo por hoy,” por solo un día no escucháramos las malas noticias que suceden en nuestro país y el mundo?  ¿Qué sucedería si “solo por hoy” pensamos en esos rostros anónimos que andan por la Tierra regalando sonrisas, optimismo, amor, curando enfermos, abrazando almas solitarias ... ¿Qué nos pasaría si por veinticuatro horas elegimos expresarnos usando un vocabulario diferente?  Y al día siguiente decidimos repetir la experiencia del “solo por hoy” ¿Y por qué no otro día más? Y otro, y otro.......


http://www.creandotuvida.com/

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