martes, 25 de agosto de 2015

En algún momento de nuestra vida nos preguntamos…


¿Cuál es el propósito de vivir? 

Cada día y cada instante es una oportunidad de trascendernos y gracias a cada situación que nos presenta la vida, es cuando tenemos la opción de decidir en como nuestra grandeza sale a relucir y a brillar, siendo tan fuertes y capaces de discernir que todo lo que vemos y sentimos no es más que la “gran oportunidad” de demostrar nuestra divinidad. Demostremos a cada momento que todo es un reto, y seamos dichosos de experimentar todo lo que somos capaces de lograr.

¿Cómo lograr el desapego? 

Tomando conciencia que nada ni nadie nos pertenece. Dando libertad se mantiene la unión. Permitir que cada uno realice su propia experiencia. 

¿Cómo vencer la angustia que me lleva a pensar cosas muy feas? 

Ante todo es necesario un viaje al interior para recordar quiénes somos, valorarnos, acrecentar el amor interno y así evitar caer en esa angustia que pretende sacarnos de nuestro centro. Mientras tengamos presente que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios no daremos lugar a la tristeza a aparecer, en caso de que lo hiciera, debemos vivirla y observarla con conciencia –amor y así sabremos elevar la vibración y no daremos lugar a la depresión. 

¿Cómo hacer para mantener pensamientos positivos? 

La mente es una gran conductora de nuestros estados emocionales, es necesario estar atentos a la clase de pensamientos que emitimos, ya que, acorde a ellos, será nuestro bienestar o no. Cada vez que un pensamiento negativo aparece somos nosotros mismos quienes podemos cambiar su rumbo, elevarnos más allá de lo posible, pensar en detalles bellos que iluminan nuestro paso por la vida. Saber ver siempre lo mejor de cada situación, dejar claro en nuestra memoria que todo sucede por una cuestión en especial, aunque no comprendamos muchas veces los por qué, de todas formas lo que llega a nosotros siempre deja algo positivo. Depende de nosotros qué elegimos pensar, también depende de nosotros no permitir que la mente nos domine y nos lleve a terrenos de angustia y depresión. 

¿Cómo controlar nuestros cambios de estados emocionales? 

Una de las leyes universales es el ritmo, vivimos en constante ritmo, hay momentos cuando nos sentimos plenos, otros, todo lo contrario. Lograr el equilibrio es lo ideal. A través de la meditación, de una constante mentalización podremos sobrellevar esos momentos que parecen dominarnos. No podemos permitir que eso suceda, nuestro Ser debe prevalecer, dejarnos llevar por los distintos estados de ánimo sólo nos traerá problemas. Los errores que se cometen son consecuencia de actuar sin tomar conciencia de lo que se está haciendo. Muchas veces son reparables y dejan un aprendizaje, pero otras, son irreparables y traen un profundo dolor. Lo mejor, detenerse, respirar profundo, analizar, sentir y actuar. 

¿Cómo poder equilibrar mi ser interno? 

En primer término, saber quiénes somos, que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. Es el camino para acceder a un equilibrio, dando el lugar que corresponde a nuestro Ser, de lo contrario es la mente quien pretende dominar y a partir de allí comienza un debate que lleva al desequilibrio. Calma, meditación, respirar profundo con la conciencia de la importancia que tiene el hacerlo, mirar hacia adentro y escuchar la voz sutil y precisa que, desde el interior, está llegando. 

¿Cómo poder equilibrar mi ser interno con mi ser externo? 

Uniendo mente y corazón, pensamiento y sentimiento, dando lugar al espíritu a desarrollarse de igual manera que la mente. No permitir que la personalidad sea quien gobierne cada hecho de nuestra vida. 

¿Cómo hacer para no recibir agresiones y perdonar? 

Muchas veces las agresiones que se reciben del entorno no son más que nuestras propias agresiones internas. El otro no hace más que mostrar nuestro interior, no olvidemos que los demás son nuestros propios espejos, y el hecho de perdonar, quizás sea ese el motivo por el cual los hechos se repiten. Un aprendizaje pendiente. 

¿Cómo saber si se perdona de verdad? 

Cuando nos conectamos con la situación que nos provocó dolor, o cuando llevamos el pensamiento hacia esa persona que nos hirió, sin sentir rencor o la agitación del corazón, eso significa que se perdonó de verdad, si deseamos el bien de aquel que nos hizo mal, se perdonó. Aunque, muchas veces para poder perdonar al otro hay que saber perdonarse uno mismo. 

¿Cómo saber si se consigue la paz interior? 

Cuando nos sentimos plenos, cuando respiramos con tranquilidad, cuando disfrutamos la vida, cuando nos maravillamos con cada situación, cuando amamos a todos y a todo, cuando la sonrisa sale sin esfuerzo, tenemos paz interior. 

¿Cómo disolver en lo cotidiano el “personalismo” y empezar a vivir y pensar en unidad? 

Cuando nos dejamos llevar por la personalidad estamos alimentando nuestro ego, siempre es una toma de conciencia, reconocer en el otro alguien igual a mi, en esencia no tiene diferencia, todo lo que a mí afecte también le puede afectar, la unidad es actuar con los demás de la misma forma como lo haríamos con nosotros mismos. 

¿Dónde están nuestros seres queridos que partieron?, ¿nos ven, nos escuchan?

Ante todo la respuesta que puedo dar es referente a mi creencia. Ella me hace ver que la vida no se termina, sino que cambia. El partir de aquí significa estar en otro plano, quien traspasa la línea puede ver y escuchar si por algún motivo queda en la tierra. El pasar a otra dimensión no significa desaparecer, por tal motivo y por creer en que el alma reencarna tantas veces como sea necesario para su evolución, es que pienso que el morir es parte de la vida, que solamente pasamos a hacerlo de una forma diferente.   Lo más importante es recordar quiénes somos y qué venimos a cumplir en este hermoso planeta escuela llamado tierra. 

Cuando tomamos contacto con nuestro propio ser interno, todas las respuestas están dadas.   No se trata de buscar fuera lo que tenemos al alcance, mirar al interior nos acerca a nuestra propia verdad. Busquen sus propias verdades, sientan que nada ni nadie puede enseñarles lo que en Uds. está.   El corazón sabe de sus necesidades, en el externo podemos hallar mucha gratificación, pero nunca como cuando miramos hacia dentro. “Allí está el tesoro mayor.” Si al cerrar los ojos…en un estado de paz  descubres un brillo aflorar, si sientes el latir en una emoción profunda, si notas la hermosa sensación de acercarte a lo máximo, si cuando una duda aparece en tu mente, sientes desde lo más profundo de tu corazón una voz sutil…pero firme, significa simplemente que… ¡has llegado! te has redescubierto, por fin has recordado tu verdadera esencia, que en definitiva a eso hemos venido: a recordar.

 
http://cienciacosmica.net/


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