miércoles, 9 de marzo de 2016

Los tipos de amor, según la obra de Lee.

¿Alguna vez has pensado qué tipo de amor tienes con tu pareja?, ¿o quizás eres de los/as que siente que tiene una forma peculiar de disfrutar sus relaciones? El amor tiene muchas formas distintas de manifestarse y cada uno tenemos una forma especial de experimentarlo, pero existen categorías en las que nos podemos basar para conocernos un poco mejor a nosotros mismos. De hecho, en este artículo te enseñamos que los tipos de amor se van combinando como combina un artista los colores en su paleta.
John Allan Lee, sociólogo de la universidad de Toronto y destacado investigador en el área de la sexología, trató de responder a algunas de estas preguntas en la década de 70. Su obra más conocida es “The Colours of Love” (1973), su primer trabajo sobresaliente en el campo de la investigación de los estilos de amor. En esta obra Lee ofrece una clasificación del amor en seis tipos, que luego suelen presentarse en combinación en la vida cotidiana.
Estos son los principales tipos de amor según la clasificación de Lee:
1.- El amor lúdico. El adjetivo lúdico deriva del sustantivo latino ludus (que significa juego), la pareja que vive su amor de forma lúdica centra su relación en el sexo, pero sin el compromiso y la pasión del amor erótico. Los lúdicos no guardan lealtad a la otra persona, suelen “tener un amor en cada puerto” y estas relaciones están caracterizadas por la variación y la inestabilidad. Por tanto, es un amor posesivo y celoso que sólo busca la diversión. O se juntan dos lúdicos o suele aparecer la frustración en la relación.
2.- El amor pragmático. Se podría decir que es el amor “lista de la compra”, es una aproximación racional en la forma de experimentar el amor. Está caracterizada por la compatibilidad de la personalidad, la cercanía en los intereses, la educación y la coincidencia de valores y principios. Aunque pueda ser esa la impresión, no es un amor marcado por la frialdad, es algo así como “podemos ser amigos, pero que me aporte cosas”. Una vez seleccionado un compañero/a adecuado, se abre la puerta a involucrase más emocionalmente en la relación.
3.- El amor amistoso. Amor comedido, taimado, marcado por la necesidad de harmonía y el sosiego, donde las relaciones sexuales pasan a un segundo plano y los sentimientos apasionados brillan por su ausencia. La relación se mantiene por el entendimiento mutuo y la necesidad de disfrutar de la compañía de la otra persona. Este amor nace del trato frecuente, sin que apenas uno se dé cuenta, y del que formarán parte otros miembros de la familia. Aunque suele ser muy duradero, si uno tiene amigos fuera de la pareja y el otro necesita a la pareja, se puede romper.
4.- El amor erótico. El término erótica proviene de raíces griegas y latinas (nominativo de erotikon), en este contexto designa el amor apasionado unido al deseo sexual, a su vez, caracterizado por la picardía, la insinuación y los juegos sexuales que buscan la excitación en la pareja. Los eróticos viven el inicio como un flechazo y dicen sentir una poderosa e inmediata atracción física inesperada que pronto cursa con una intensa, rápida y variada actividad sexual (provocativa y sensual). Estos elementos dificultan que se pueda mantener una relación estable y recíproca.
5.- El amor obsesivo. Obsesionado por su amor no puede pensar en otra cosa, agitación, pérdida de sueño o del apetito, son sus singularidades. Sediento de afecto, el menor signo de frialdad o falta de atención por su pareja, siente gran ansiedad y sufrimiento. Llevado al extremo la fijación deja paso a los celos. A menudo, sienten que no valen nada si no son correspondidos. Muy rara vez esta historia acaba bien, suele cursar con violencia, estrategias obsesivas de control y amenazas de suicidio. Sólo en el caso de dos obsesivos puede existir una relación estable.
6.- El amor altruista. Es un amor desinteresado, universal y centrado en la otra persona. La máxima del altruismo consiste en pensar en el otro, hacer cosas por y para la pareja, amor de conformidad, donde no hay lugar para los celos y donde no se busca la reciprocidad. Esto supone un balance casi perfecto entre la intensidad sentimental del amor erótico y la harmonía y estabilidad que proporciona el amor amistoso, donde las políticas de acción cobran un mayor protagonismo.
Como ya se ha comentado, estos 6 tipos suelen aparecer combinados en la vida real, es decir, es normal presentar características de varios de ellos simultáneamente. Por ejemplo, el amor de Don Quijote por Dulcinea era “Romántico” (elaborado a partir del erótico, obsesivo y el altruista), mientras que el racional (pragmático, erótico y amistoso) es uno de los más frecuentes en nuestra sociedad moderna. Ahora que ya conoces los tipos de amor que existen y cómo se pueden combinar, ¿tú con cuál te identificas?
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