miércoles, 17 de agosto de 2016

¿Que me limita? Por David Topí.


Vamos a ver si terminamos esta mini-saga de entradas sobre el tema de la creación de la realidad holográfica personal, y del despertar del potencial latente, con el último tema que tenía en mente. Como son conceptos tan vastos y complejos, es imposible hacer un solo artículo con todo. Espero que hayáis leído y seguido los tres anteriores para poder ponerle punto y final a este apartado, al menos de momento.
La razón por la que muchas veces hay que publicar en momentos concretos, o hay que dejar pasar cierto tiempo antes de publicar un artículo u otro, no tiene tanto que ver con el tiempo que hace falta para leer y asimilar el contenido de lo escrito por quien quiera hacerlo, sino cuanto tiempo es necesario para que se imbuya en el inconsciente colectivo un cierto conocimiento. El material expuesto, y leído por aquellos que seguís el blog, es asimilado por nuestra psique y, a través de la esfera mental preconsciente, “trasladado” al inconsciente colectivo, y disponible para todos, en otros niveles claro, de forma que, si publico más seguido, es porqué las energías y conocimientos a tratar están ya imbuidos y disponibles en nuestra gran mente grupal, o si dejamos pasar más tiempo, es porqué aun no.

¿Que me limita?

Decíamos en un artículo anterior:
“Si no tuvieras la creencia de que es imposible que te hagamos aparecer de la nada el receptor en la palma de tu mano, podríamos hacerte aparecer el receptor ahí, en vez de haberlo tenido que esconder en el bolsillo de la camisa, creando una historia y una posibilidad real de que así haya sucedido para que la mente racional y tu sistema de creencias acepten como válido ese cambio en tu holograma personal.”
Huelga decir que me pasé semanas desprogramando todas esas creencias, programas y patrones presentes en mi psique, cuerpo mental, esferas mentales, patrón conductual, ADN, memoria celular, etc., etc.
¿Qué es exactamente eso que hay que desprogramar para llegar a manifestar el potencial que todos tenemos?
Lo primero que uno se encuentra ante esta tesitura es que el sistema de creencias es multinivel, y que tiene muchas capas de profundidad, así, te topas con que hay cosas naturales o “habituales”, producto de la interacción y procesos entre personas,  y que hay cosas artificiales insertadas ahí (luego hablaré brevemente de ello). Así que hay que empezar por lo básico. Cada uno debe encontrar la técnica o herramienta que mejor le valga, aquí solo puedo explicar como lo hago yo, ya que a mi me sirve, pero no tiene que ser algo que le sirva a todo el mundo ni mucho menos.

Visionado en la pantalla mental

Suelo aprovechar momentos libres para explorar mi psique, mi sistema energético, mi estructura mental, etc., para poder comprenderme y conocer cómo funciona el ser humano, así que incluso yendo en el autobús o en el avión, aprovecho momentos de no poder hacer nada más para ello. Me acostumbré a cerrar los ojos y pedir, clara y nítidamente a mi Yo Superior (o a cómo cada uno llame a los niveles de consciencia más elevados de uno mismo) que me mostrara, en este caso, que me estaba limitando para poder expresar todo mi potencial (que es el tema en cuestión del artículo).
Esta primera fase, al menos en mi caso, resultó en un sinfín de escenas con la raíz de la creencia insertada: por ejemplo, con pocos años mis padres diciéndome que eso no se podía hacer, un profesor diciéndome que nunca conseguiría esto, una noticia insertando un subliminal, etc. Con kinesiología testo si la imagen que veo es correcta según lo que se me quiere transmitir, para evitar que material almacenado subconscientemente salga a la luz aleatoriamente y refleje en mi pantalla mental cosas sin sentido (la responsable de la nitidez y buen funcionamiento de esta pantalla mental que te permite ver cosas en tu interior es la glándula pituitaria). Poco a poco, y con práctica, pues al principio era incapaz de discernir claramente lo que percibía, fui borrando (a través de mi mónada), con paciencia y constancia, las decenas o centenas de mensajes, creencias y limitaciones de esta y muchas otras encarnaciones acumuladas y/o activas (vidas simultáneas) en otras partes de mi.
Eso, para empezar, ya suelta lastre.

Borrado subconsciente

En este otro artículo os expliqué como borrar y limpiar de basura parte de la información que almacenamos de forma subconsciente. Hay centenares de programas en nuestras esferas mentales que “emiten” y crean nuestra realidad personal de ahí fuera sin que seamos conscientes de ello, ya que funcionan de forma automática lejos del alcance de la mente consciente. Especialmente importante es el borrado de la esfera mental subconsciente. Si emites “escasez” a nivel subconsciente, olvídate de manifestar nada que esté mínimamente asociado al arquetipo abundancia. Si posees un programa de “no lo voy a conseguir”, o “miedo al éxito” ya puedes leer todos los libros de superación personal que existen que no tendrán efecto. Así que, para ello, me monté unas tablas con todos los programas que se me ocurrían, centenares de ellos, todos los miedos, limitaciones, patrones emocionales negativos, etc. Tenéis ayuda en Google. Luego, usando la herramienta que cada uno crea oportuna, péndulo, kinesiología, meditación, autoobservación, etc., ir sacando uno a uno, comprendiéndolo y borrándolo. De nuevo, un trabajo largo y que requiere constancia. Ídem con el resto de esferas mentales.

Patrones de conducta

El patrón conductual es lo último a lo que hemos de meterle mano. Es “la caja de fusibles del ser humano”, ya qué, literalmente, si fundes una de las runas con un comportamiento grabado, ese comportamiento desaparece. Es de las partes del ser humano más complejas de explicar, porque está relacionado con los diferentes Yos que tenemos en la esfera de consciencia (las diferentes subpersonalidades) y con los contenidos de los cuerpos emocionales y mentales, así como con los programas de las esferas mentales. Es un tinglado muy complicado, pero es la base de la personalidad de cualquiera de nosotros. Si borras, por ejemplo, la envidia del patrón conductual, ningún estímulo externo (procesado por el centro emocional por ejemplo) tendrá asidero para detonar formas energéticas de envidia que puedas tener presente en el cuerpo emocional, y el Yo envidioso de tu personalidad, por ejemplo, no tendrá contenido para poder ser activado por el programa ego, con lo cual, no podrás “emitir” o manifestar envidia como emoción, si eso es lo que quieres llegar a conseguir. En prácticamente ninguna terapia o sanación que haya podido hacer me han dejado tocar el patrón conductual de las personas, más que en mi mismo, o en mi entorno muy cercano, que están al tanto de lo que implica y lo que hago cuando metemos mano ahí.

Modificaciones artificiales

Este último tema es menos conocido, raya la ciencia ficción para muchos y la incredulidad para la mayoría, así que espero basten unas líneas para introducir en ese inconsciente colectivo la posibilidad, quizás, solo quizás, de que sea real lo que os cuento ahora, y el tiempo ya dará las oportunidades de que cada uno lo descubra por si mismo si debe hacerlo o le es necesario este conocimiento más en profundidad.
¿Que significa que haya modificaciones artificiales en la psique? Significa que existen cosas como inhibidores “etéricos” que se pueden insertar para bloquear una cierta runa, por ejemplo, de las llamadas “superhombre” como os explicaba en este otro artículo. No hay forma de despertar el potencial “extrasensorial” o psíquico o latente cuando tienes inhibidos esos potenciales de forma artificial. Hay quien los tiene bloqueados y hay quien no. También he tenido instalados en mi diferentes cosas para que no pudiera descubrir y meter mano en arquetipos y programas profundamente asentados, por ejemplo, unas laminas energéticas superpuestas sobre el patrón conductual con programas y comportamientos artificiales que se activan en vez de los que corresponden a tu tablero rúnico real. Más cosas. Existen ciertos tipos de implantes que se instalan en las esferas mentales, en la esfera de consciencia, en el ADN y en otras partes. Finalmente, existen “máquinas” que nos ordeñan la energía, como en Matrix cuando se ve a todos los humanos metidos en esas “cámaras de crecimiento”. Máquinas que no vemos, pero que van “pasando” por cada uno de nosotros según nos toca el turno. Cuando sea posible hablar de esto más abiertamente, iremos entrando en detalle, de momento, cerramos el tema.
Vayamos desprogramando y borrando todo lo que nos limita, empezando por lo simple, que el resto irá cayendo por su propio peso a medida que cada uno avanza en el despertar del potencial que tenemos, y que hemos de recuperar.

un abrazo,

David Topí

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