miércoles, 22 de marzo de 2017

¿Es la felicidad una decisión personal o un hábito?


La felicidad no es un hábito, ni mucho menos una decisión. La felicidad va surgiendo del aprendizaje y resolución de los errores psicológicos.
Continúan apareciendo publicaciones que dan como ciertos conceptos erróneos como “entrenarse para la felicidad”, que “la felicidad es una decisión “. O incluso más absurdo todavía, que “la felicidad es un hábito “. Sería como decir, por ejemplo, que el amor a los hijos es un hábito que hay que ejercitar. El amor es un sentimiento, no se puede ejercitar.
La felicidad, el objetivo número uno
Siendo que la felicidad es el objetivo principal de todos los seres humanos, ¿es que son tan torpes que no se les ocurre decidir ser felices?
Evidentemente, esto no es así. La felicidad no es una simple decisión, ni algo que se consigue empeñándose o ejercitándola. Por supuesto que para ser feliz hay que dedicarle tiempo y atención al asunto, pero no con cuatro ideas simples y mucha tenacidad.
Si cuando los pioneros espaciales quisieron salir de la atmósfera terrestre lo hubieran hecho sin calcular qué forma debía tener el vehículo espacial, o la propulsión necesaria para contrarrestar la fuerza de la gravedad…, difícilmente hubieran tenido algún éxito. Y si no hubieran aprendido de las sucesivas experiencias, reflexionando sobre los errores, y proyectando soluciones, difícilmente habrían sido capaces de construir una estación espacial en órbita habitada permanentemente.
De la misma forma, la felicidad se obtiene paulatinamente a medida que se aprende, observando, reflexionando y entendiendo la realidad.
¿Cómo hay que hacer entonces?
Para ser feliz es imprescindible resolver lo que hace sufrir. La base del malestar y el sufrimiento proviene de los errores psicológicos. Estos errores son los conceptos erróneos que impiden entender y abordar la realidad con acierto.
Algunas ideas básicas que ayudan a encontrar el verdadero camino a la felicidad:
– El malestar o sufrimiento acontece en nuestro interior, en pensamientos, sensaciones y emociones. Las circunstancias externas pueden desencadenar el malestar, pero el sufrimiento ocurre dentro de uno.
– Claro que hay situaciones difíciles en la vida, la pérdida de un ser querido, la enfermedad, las dificultades económicas o los conflictos de relación, por ejemplo. Pero se puede aprender a abordar estas situaciones para minimizar el sufrimiento y abordarlas con inteligencia y serenidad.
– Enfocarse en actuar solamente sobre las circunstancias externas, tratando de cambiarlas, de evitarlas o de obviarlas como solución del problema interno no será suficiente en la mayoría de las situaciones.
– Conformarse con el sufrimiento, asumirlo, rebelarse, negarlo, justificarlo, culpar a alguien, culparse uno mismo…, todo esto son formas infructuosas de resolver el malestar.
– No hay que engañarse pensando que se sufre sólo por los demás. Principalmente se sufre por miedos, miedos propios, y se puede aprender a identificarlos para poderlos resolver.
– Para resolver el malestar, hay que prestar atención y aprender no sólo del comportamiento propio y ajeno, también de lo que se piensa y de lo que se siente.
El camino hacia la felicidad es darse cuenta y resolver los errores psicológicos, comprender la realidad y abordar la vida correctamente.
https://autoconocimientointegral.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario