sábado, 3 de junio de 2017

Sentires del Alma… La Consciencia y la Conciencia, llegar a la Unidad. Por Ashamel Lemagsa.


Amados…
A veces nos sentimos “desconectados”, no solo de los demás, sino de nosotros mismos, como si en nosotros existiera un Ser Luminoso y otro que convive con el Ser luminoso, un Ser conflictivo, que aparece “de la nada”, para “sabotear” la labor del Ser Luminoso.

¿Quién es uno y quién es el otro?

¿De dónde surgen cada uno de ellos?

Puede desaparecer alguno de ellos o ser sustituido????

En realidad…

Ambos son la “cara” de la misma moneda.


El Ser luminoso es nuestra Consciencia, la voz de nuestra Esencia Divina, esa Chispa Divina encarnada en la materia, que nos habla desde altas frecuencias de Amor.

El Ser conflictivo, lo llamaremos Ego o Personalidad, es el que carga la mochila de aquellas sombras que debemos sanar, es la Conciencia arraigada en la materia que abarca todos los aquellos conceptos de estructuras sociales, religiosas, políticas, etc. que rigen la Tercera Dimensión.

La Conciencia debe transmutar en Luz todos aquellos patrones densos, para que la Consciencia logre fluir desde el Amor más puro.

Ambos tanto la Consciencia como la Conciencia, cumplen una función vital para nuestra evolución espiritual, ambos son importantes y gracias a ellos logramos transformar una realidad del caos hacia otra más luminosa.

Partimos de la Fuente Divina, de Dios, como bellas y luminosas Chispas iniciamos un viaje Cósmico…

Nuestra misión… 

Descender a la materia, densa y caótica, para transformarla en materia luminosa y sutil.

Para cumplir con ese cometido debemos cubrirnos de materia densa, descender en ella, arraigarnos a ella, encarnarnos y en ese descenso…

La Chispa Divina se mantiene en pureza, pero existe un velo que la separa de la Conciencia o Personalidad.

En la densidad está el Ego o Personalidad, será el encargado de tomar la densidad  y llevar a la Luz nuestras "sombras" o tambien los llamados los aprendizajes aún no adquiridos, para transmutarlos en luz y de esta forma la Consciencia logre  lentamente iluminar a la Personalidad.

Ambas son justas y necesarias para cumplir en Plan Divino… Ascender desde la densidad hacia Planos más sutiles.

Cuando hablamos de evolución generalmente nos centramos en la evolución espiritual de Ser Humano, olvidando al resto de los Reinos como el animal, el mineral y el vegetal, cuando en realidad, las evolución es completa y en todos los Planos de la materia.

Recordemos...

Se Evoluciona por mérito propio, los avances evolutivos no “caen del cielo”, requieren esfuerzo y constancia nuestra.

Cuándo llega la apertura para que nuestra consciencia pueda fluir más libremente??...

Llega cuando estamos maduros para recibir la información de los Planos Superiores.

Cuando soltamos los juegos del Ego o personalidad y aceptamos que desde nuestro interior hay más sabiduría, que desde el Ego.

En el instante que nuestra consciencia logra abrirse paso en la materia, el ego se transforma en una herramienta del amor, siente a través del amor y en esa conexión la Consciencia y personalidad de unifican, son UNO.

Por eso decimos que el amor nos unifica.

La conexión entre la Consciencia y la Conciencia se establece cuando la personalidad acepta ser una herramienta de Paz, Amor y libertad de la Consciencia.

Ambas son necesarias, ambas se complementan, unidas son Dios en acción transformando la realidad densa en energía más sutil, donde los canales de comunicación siempre son el amor manifestado en comprensión, respeto, compasión, paz y alegría.

Entonces…

Comencemos a sanar y soltar sombras, para dejar espacios libres donde nuestra consciencia pueda expandirse y fundirse a una Conciencia más sutil.

Así Dios logra manifestarse en la Tierra desde nuestra Consciencia Divina en la Conciencia Humana.

Los Amo.

Con Amor, Ashamel Lemagsa.







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