viernes, 6 de abril de 2018

Por qué no podemos seguir desmontando nuevos conflictos bélicos. Por David Topi.


La confusión siempre es un mal aliado del crecimiento, de la consciencia y de la comprensión, pero es necesario recurrentemente dar información como la que hemos explicado en el último artículo, a riesgo de causar algo de ella, para poder abrir brechas en la personalidad egóica y romper algunos filtros en la programación para que podamos ir comprendiendo la situación “real” en la que estamos a nivel macro planetario. De no ser así, y de no ir cerrando cabos y explicando por qué las cosas están como están, y cuál es la razón de todo lo que nos sucede como especie, nunca podríamos plantearnos que hacer para cambiarlo, ni si realmente podemos hacerlo.

Ha sido un choque de consciencia enorme, percibido en el inconsciente colectivo, darse cuenta, de golpe, que en la línea 42 solo hay unas pocas decenas de millones de personas, y que estos pocos millones van a tener que gestionar un planeta entero, dentro de unas décadas. Este hecho no es una invención o una suposición, como os decía antes, sino que es una decisión de Kumar (la conciencia planetaria), las razas y grupos que nos asisten, y las jerarquías no físicas que asisten al mismo planeta desde los niveles más elevados de su estructura, para que, la base evolutiva en la que “viajamos”, siga su rumbo correctamente.

Por lo tanto, para todos aquellos que estáis en la 42, el trabajo que tenéis, tenemos, por delante es enorme, pero a la vez muy gratificante, un nuevo inicio, un nuevo amanecer para la Humanidad y el esperado salto de consciencia, que se ha retrasado tanto, que muchos habían perdido la esperanza de que realmente llegara a suceder. Sucederá, y todo está en camino de llegar. Para nosotros, unas pocas décadas puede parecer una eternidad, pero veréis que en estos años nos esperan gratas sorpresas a medida que la línea 42 eleve más y más su vibración y nos acerquemos a niveles de realidad más elevados. Todo será mucho más fácil en un periodo de tiempo a medio plazo.

Luego está la otra cara de la moneda, la línea 33. En cierto sentido, representa aquello que no se pudo terminar de arreglar, por que contiene la base manipulativa del ser humano desde sus cimientos más profundos. La línea 33 en sus estructuras mentales y etéricas está tan aprisionada, controlada y bloqueada por el sistema bajo el que vivimos que haría falta un equipo de trillones de bulldozers para desmontarla. El problema principal de la línea 33 es que millones de personas no quieren, literal y conscientemente, no quieren “despertar”, no quieren darse cuenta de la realidad “real”, no quieren hacer cambios, no quieren tomar las riendas de sus vidas, no quieren tener la responsabilidad de crear el mundo en el que viven, etc.

Eso hace muy difícil que nadie asista a la línea 33 en la magnitud que se requiere, porque hay que “querer” cambiar individualmente para lanzar una señal a los de “ahí fuera” de que aceptamos su ayuda. Cada persona que lo ha hecho, se ha empezado a mover a la 42, así que, en general, en la línea 33, que contiene a la mayoría de la humanidad, el inconsciente colectivo que los une es el que decide que se puede hacer y que no se puede hacer con los eventos de la misma. Cuando hemos podido desmontar algo como lo que se hizo hace algunas semanas y que explicamos en este otro artículo, era porque había un “miedo” tan alto a que algo gordo pasara, que muchas personas empezaron a pedir una solución. Cuando todo se calmó, muchas personas pensaron “bah, no era para tanto” y volvieron a sus niveles de consciencia anteriores en vez de aprovechar el “pasito” dado hacia adelante para tomar impulso y seguir despertando.

En la línea 42 se va dos pasos para adelante y uno para atrás, siempre se avanza un poco aun a pesar de las trabas del sistema, pero en la línea 33, la consciencia colectiva avanza un paso y retrocede un paso y medio, avanza dos pasos y retrocede los dos pasos de nuevo.

Esa es la razón por la que no podemos pedir a todos nuestros YS que sigan desmontando escenarios bélicos de confrontación mundial, pues se ha visto que simplemente quitamos una pieza, volvemos a quedarnos tranquilos dos días, las razas en control preparan otro escenario nuevo, y como no hemos avanzado nada en consciencia con el trabajo realizado, volvemos a estar en la misma situación solo que dos días más tarde. De nuevo, todo esto no es intuitivo o inventado, es la respuesta y la explicación que el conjunto de YS comparte entre sí, a la vista de la situación y “nivel” de sus contrapartidas terrestres, y a la que, si sintonizáis y trabajáis con vuestro propio YS, tendréis total acceso a la misma de forma consciente.

Por lo tanto, el problema reside en la poca consciencia, voluntad y deseo de la casi total parte de la humanidad por cambiar las cosas y, de nuevo, no hay juicio de valor asociado, esta conclusión no es buena y no es mala, simplemente ES.

 La situación ES así para la línea 33, y solo las personas en la línea 33 pueden cambiar esto. Aquellos que se han dado cuenta y que cogieron las riendas de sus vidas y se pusieron en marcha para ejecutar los cambios internos que requerían hacer para poder seguir avanzando ya están en la 42, al menos con alguno de sus cuerpos sutiles superiores, y es solo cuestión de tiempo que terminen de mover todo el resto de su estructura a esta línea. Como decíamos antes, solo con que tengas uno de tus cuerpos sutiles en ella, normalmente el causal, ya tienes el billete para el barco, y tu YS terminará de mover el resto de cuerpos a esa línea si seguís haciendo las peticiones y el trabajo que hemos explicado durante todo el año 2017.

Confío en que esto sirva para aclarar un poco más las cosas y seguiremos hablando del tema en próximos artículos.

un abrazo,
David Topí

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